La posverdad fenómeno según el cual los hechos han dejado de importar. Por tanto, ya no es posible distinguir entre un hecho y una opinión ni entre lo verdadero y lo falso. Frente a los hechos siempre puedo inventar unos hechos alternativos que tendrán que recibir la misma consideración que cualquier hecho real. En último término, significa que ya no importa lo que pienses, porque puedes pensar cualquier cosa.
Aunque el término se puso de actualidad a finales de la década pasada, hubo dos intelectuales, Hannah Arendt y George Orwell, que a mediados del siglo XX alzaron la voz de alarma ante el paulatino desinterés de la sociedad por la verdad. Para estos intelectuales, la tiranía logra imponerse a la democracia desde el momento en que a los ciudadanos les deja de importar la distinción entre hecho y opinión. Tal como dijo Orwell: “El sujeto ideal para el gobierno totalitario no es el nazi convencido o el comunista convencido, sino la gente para quien la distinción entre hecho y ficción y entre lo verdadero y lo falso ya no existe”.
¿Y qué pasa en las redes sociales? Las redes sociales se usan con asiduidad para compartir información, lo que genera problemas como:
*La manipulación informativa o las fake news: el relativismo ofrece una justificación teórica para quienes se aprovechan del enorme poder de las redes sociales para diseminar informaciones falsas. Solo es posible protegerse de las fake news si se parte de la idea de que la verdad importa: hay que analizar críticamente toda información publicada en internet y exigir que las noticias estén contrastadas y que se puedan comprobar las fuentes.
*El empobrecimiento del debate público: al no existir jerarquías, las redes sociales permiten que toda la ciudadanía disponga de las mismas posibilidades de ser escuchada en debates públicos. Esta característica plantea problemas a partir del momento en que todas las ideas se considera que son igual de válidas, tal y como se propone desde el relativismo:
-El desprecio por las opiniones informadas: en los debates públicos se imponen a menudo las opiniones que prometen soluciones simples a problemas complejos, a pesar de que su aplicación suele ser catastrófica. En contraste, los expertos ofrecen soluciones complejas y matizadas de esos mismos proble.as El relativismo fomenta que las opiniones mejor informadas sean desprestigiadas y que en su lugar se impongan eslóganes fáciles de reproducir.
-Las cámaras de resonancia: en las redes sociales, los usuarios tienden a comunicarse exclusivamente con quienes comparten las mismas ideas. A pesar de su potencial para fomentar el debate, en la práctica, las redes sociales pueden convertirse en burbujas virtuales que aíslan a sus usuarios de otros con los que difieran y con los que podrían debatir.
(Roger Corcho Orrit, Alfredo Corcho Asenjo. 1Bachillerato. Filosofía. Editorial Anaya. Madrid. 2022)